HIERRO: LA IMPORTANCIA DE LA VERDAD
HIERRO
Director: Gabe Ibáñez
Año: 2009
Sinopsis
A bordo de un ferry que va a la isla de Hierro, María pierde a su hijo Diego, sin que nadie pueda explicarle qué ha ocurrido. Seis meses después, le comunican que han encontrado el cadáver de un niño, por lo que debe volver a la isla para poder reconocer si es su hijo. Allí, en un paraje desértico y extraño donde no conoce a nadie deberá enfrentarse a los hechos y verdades mientras intenta descubrir lo que ocurrió aquella noche.
Conclusiones
La atmósfera que nubla totalmente a la cinta es pura magia, esos parajes volcánicos fríos y caducos, opresores y mortecinos, son el arma perfecta parea la historia, una cinta rodada en su totalidad con una fotografía tan gélida, que podía trascurrir en cualquier país nórdico, pues aun habiendo ausencia total de nieve en los parajes fotografiados magistralmente, estos hielan la sangre al espectador, los tonos grises reinan en toda la cinta, haciendo que el espectador sienta la misma presión y desasosiego que la protagonista, un magistral Elena Anaya que siendo la absoluta protagonista de prácticamente cada plano de la cinta, engulle totalmente al personaje dando toda una lección no ya solo de interpretación sino de sentimientos, pues estos afloran de una manera en ella que sufre como la madre a la que interpreta, soberbia la banda sonora de unos matices tan fríos como la cinta que encajan a la perfección.
Lo que nos Enseña
Puede ser cierto que no estemos ante la mejor película que ha dado la filmografía de en nuestro país, pero lo que si estamos sin duda es ante la película mejor rodada y fotografiada desde hace mucho tiempo, la atmósfera que consigue Gabe es un autentico espectáculo para los sentidos, como juega sus planos y como su cámara vuela por la isla es un torrente de emociones, cada plano enamora, tiene una forma muy sutil de jugar con los elementos de la naturaleza que son un suma y sigue a cada fragmento de la cinta, esos juegos con el opresor paisaje, ese uso del elemento agua como parte casi invisible de la cinta, que parece querer pasar desapercibida pero es un protagonista más que construye parte de la historia, esos momentos de soledad de la enorme Elena que aturden y apenan, eso, todo eso se llama cine, se llama arte, se llama espectáculo, se llama Gabe Ibáñez..