ATOLLADERO: ERASE UNA VEZ EN ESPAÑA
ATOLLADERO
Director: Óscar Aibar
Año: 1997
Sinopsis
En el año 2048, Atolladero, un pueblo texano situado en un paraje desértico, se hunde en la miseria y el aburrimiento. Lennie, el ayudante del Sheriff, desea marcharse, pero para hacerlo necesita el permiso del verdadero dueño del lugar: el juez Wedley, un ser despreciable que domina a todos los habitantes de un pueblo subido en su propio nombre donde la justicia y la ley no existen hace tiempo.
Conclusiones
Es una Spaghetti western, en una space opera, es una road movie, es todo eso y muchísimo más, es una cinta dotada de una magia increíble, una cinta que al margen de ser una fusión de tantos géneros cinematográficos, que a buen seguro me habré dejado alguno en el tintero, pero aparte de todo eso es sobre todo una adaptación de un cómic homónimo del propio Aibar, el tono de la cinta, tanto a nivel argumental da una cinta totalmente Americanizada, sus personajes, están sacados directamente de cualquier pueblo de la llamada América profunda, sus decorados puesta en escena, vestuarios etc nos sitúan sin lugar a dudas en Texas, una planificación de cada escena, cada plano y cada fotograma son tratados a caballo entre el cómic undergoun y el Spaghetti western, la combinación es perfecta, la fotografía, gris fría y caduca meten al espectador de lleno en ese desierto que son la vida de los personajes, un cinta disfrutable al máximo, una historia demasiado real aun hoy años después de su estreno refleja una sociedad amordazada y muerta, como la de cualquier ciudad el mundo actual.
Lo que nos Enseña
Sorprende una ópera prima tan ambiciosa, tan innovadora, tan llena de aciertos, tan fresca, con un reparto lleno de grandes actores, incluso un estrella internacional de la música en uno de los papeles más importantes, y todo eso para terminar siendo no solo la mejor película su director sino la más olvidada de toda su filmografía, es poco comprensible como esta película tras su estreno es Sitges (donde parece ser no tuvo una buen acogida) su modesto paso por cines, quedo olvidada cogiendo polvo, pero sin embargo como contrapunto a eso, si que le sirvió a su director no solo como ensayo y como cumplimiento de su sueño, de convertir aquel cómic que escribió para una hoy extinta revista, sino también para abrirle las puertas de la industria y poder seguir rodando, parece ser pues que aunque el público no respondió a aquella extraña película como cabía esperar, si lo hizo la industria que si supo ver el potencial de aquel chaval, tan repleto de ideas y sueños como sobrado de talento para varios campos, cosa que ha demostrado en sus siguiente trabajos tanto en el cine como en el cómic, como escribiendo algún libro, destacable entre ellos el que realizo sobre lo duro que fue el rodaje de Atolladero, como fue la dureza de una película con menos presupuesto del que parece una vez terminada, como aquel desierto sumía a todo el equipo en el propio título de la cinta, de donde parecía cada día más difícil salir, con más y más problemas a cada momento, incluido el fallecimiento de una de los actores y amigo personal del director durante el proceso de la película, una cinta que por desgracia aun no cuenta con el reconocimiento por el público que merece, unido a la falta de difusión que ha tenido tanto en formato domestico como a los problemas que parecía encontrarse, para su emisión en televisión, (desconozco cuales eran dichos problemas, aunque para cualquier conocedor de los avatares de la industria de nuestro cine no es difícil imaginar cuales eran), al margen de todo ello un gran película, de las más importantes y más a reivindicar de la ficción nacional.