UNA VELA PARA EL DIABLO: EN EL NOMBRE DE DIOS
UNA VELA PARA EL DIABLO
Director: Eugenio Martín
Año: 1973
Sinopsis
Un par de hermanas educadas en los valores más estrictos de un catolicismo caduco y unos valores demasiado conservadores, regentan una pensión en un pueblecito español, donde ciertas turistas deberán cumplir sus antiguos valores y convicciones, a cualquier precio.
Conclusiones
Una cinta dotada de muchísimo, muchísima fuerza que hoy en día a las nuevas generaciones les puede parecer algo confuso su mensaje, esa cuestión es debido que al margen de sus muchísimos y prácticamente innumerables aciertos y mensajes subliminales, tiene algo que la hunde hoy en día para una posible generación de fans de el terror, y ese lastre es el punto de partida de la cinta, o mejor dicho su entorno o época, la cinta trascurre en un pueblo de la ya extinta España profunda, una España que debido a las connotaciones religiosas de la época y los pocos o ningún derecho con los que contaban las mujeres unido a la censura del régimen de aquel momento sumía a el país en un lugar sombrío y muy lejano a la modernidad y evolución cultural que se había ya vivido en la vecina Europa, eso punto de partida es el sabiamente escogido por Martín, ese momento en el que el país se abría al turismo, ese momento en el que llegaros a nuestras atrasadas poblaciones las llamadas ¨Suecas¨(definición de nuestro cine de la época del llamado destape (que realmente era cine sobre el turismo y el choque de culturas) a cualquier mujer Europea que con su modernidad visitada nuestro recién despertado país), ese es el único punto que a día de hoy puede jugarle una mala pasada a la cinta en cuestión.
Lo que nos Enseña
La historia contada en un pequeño pueblo anclado al pasado donde las dos hermanas reciben las visitas de distintas turistas Europeas a las que tras un desafortunado incidente con una de ellas y tomando la manera de la que se produce este, como punto de arranque para que las protagonistas de la cinta vean en él un mensaje divino de la labor de limpieza y purificación que tiene que hacer sobre las jovencitas "ligeras" como se llamaba en aquella época a cualquier mujer que oliera lo más mínimo a modernidad, ese siniestro accidente y su divinización unido a un decorado en el más puro estilo de el cine gótico con tintes muy de la Hammer así como una manera de encuadrar y filmar con unas claras influencias del expresionismo Alemán, pero eso si usando estos elementos solo como parte del decorado, no dejando que ellos aun siendo una parte muy importante de la puesta en escena nunca lleguen a filtrarse en la historia, manteniéndola como una historia netamente Española y sin ninguna intención de no parecerlo, (como era habitual en aquel momento de Fantaterrtor patrio que se disfrazaba de Europeo para abrirse al mercado internacional) en este caso Eugenio no necesita ni quiere que su cinta parezca lo que no es, así como curioso resulta también el hecho que el fantástico del momento usara en una medida muy alta el erotismo y los desnudos femeninos como parte del atractivo de la cinta, ya que al margen de que eran en único genero donde la censura permitía tales modernidades, (seguro que también ayudaba a hacer caja), pues bien en este caso Martín también decide que ese no es su juego, ese hecho unido al tema de las mujeres que vienen de fuera a enseñarnos que lo que aquí se define como indecente, solo es modernidad y derecho a decidir, puede que ponga esta cinta como una de las primeras alegorías de el feminismo o los derechos de la mujer en una España que ya estaba caduca.