ROMASANTA: HOMBRE O LOBO

ROMASANTA

Director: Paco Plaza

Año: 2004

Sinopsis

Manuel Blanco Romasanta, un Buhonero que en 1850 aterro a toda Galicia. El mito contaba que un Hombre Lobo frecuentaba la zona haciendo presa a los humanos, pero la historia real era mucho más aterradora. ¿hasta dónde puede llegar la desviación mental de hombre?

Conclusiones

Una segunda puesta en escena del famoso ¨Hombre Lobo¨ Gallego, nos narra desde otro punto de vista la vida de esta extraño hombre que vivió y murió convencido de ser una bestia. La manera de la que se narra la historia de Romasanta, dándole un toque hacia la parte humana de la bestia, la película destaca por lo curioso (una vez más en la filmografía de Plaza) de lo que terminara siendo la marca de la casa, !una cinta de terror y además de Hombres lobo rodada casi toda a la luz del día y los planos nocturnos con una iluminación proveniente del fuego¡. Hacen de ella una rara avis que se sale de las normas del genero con doblete, la oscuridad no le interesa a este director, que es capaz de hilvanar una buena historia de terror con luz, algo poco común como decíamos, por otro lado tampoco necesita del susto fácil tan frecuente, su estilo está bien definido ya, es contar historias naturales con el trasfondo del terror y este ya asomara por su propia naturaleza a los ojos de espectador.

Lo que nos Enseña

La primera historia rodada de Romasanta por Olea daba unas excelentes pinceladas al mito, aquí sin embargo entran más en el Hombre, dándonos la información de quien fue en realidad el monstruo y como podía ser, la dirección sobresale dándonos una información perfectamente rodada a cada aullido nos llega información nueva de quien fue, Sands, no puede estar mejor en la interpretación de las transformaciones del hombre, es capaz de dotar al hombre y al monstruo de una personalidad definida y palpable, por otro lado de todos es conocido el carácter tan solo mental de la licantropía, que padecía Romasanta, aun así el director se atreve a darle algún momento donde juega con lo sobre natural del hecho, atreviéndose incluso a regalarnos una trasformación que al margen de lo inusual en el género pues trasforma al Lobo en hombre y no a la inversa, como suele ser, posiblemente sea una de las escenas de licantropía más hermosas rodadas, tanto por la información que nos da sobre el ¨nacimiento¨ como por cómo está rodada y milimetrada para el disfrute del fan del genero, pura poesía